¿Cómo trabajo? El enfoque
consciencia
Parto de la confianza en la capacidad de toda persona para recuperar el equilibrio y las riendas de su vida.
Muchos de nuestros malestares son la señal que nos avisa de que no estamos siendo congruentes con lo que de verdad sentimos. Aún sabiendo que actuamos de maneras que mantienen el malestar, no conseguimos hacer algo distinto. Es esencial ver esta incongruencia para poder decidir cómo hacer de otra manera. Ser conscientes, primero, y consecuentes después. Esto implica reconocer que además de características positivas también tenemos otras no tan bien vistas, más difíciles de reconocer y de aceptar. Por eso considero la consulta un espacio seguro para redescubrirte en el que te acompaño en la valiente y difícil tarea de verte completamente, con tus luces y tus sombras.
Pongo mi atención en la particular manera de cada persona de coordinar sus emociones, sus pensamientos y sus acciones. Cuando no funcionan en armonía (pienso una cosa y digo otra, hago como si no me importaras y en realidad te quiero), nos desequilibramos y nuestra salud se resiente. Nuestra capacidad innata para saber qué necesitamos o qué deseamos y cómo conseguirlo está siendo afectada por nuestras experiencias vitales previas. Para recuperar la armonía tenemos que cuestionarnos ideas que hemos hecho nuestras y no lo son, maneras automáticas de hacer y de sentir y abrir el abanico de posibilidades a nuestro alcance.
presencia
responsabilidad
A medida que el proceso terapéutico avanza podemos detectar y revisar o desechar maneras de hacer que te resultaron útiles en algún momento y que hoy te limitan, o incorporar nuevas maneras congruentes con cualidades tuyas que vas descubriendo y que desconocías.
Paso a paso. A tu ritmo. Primero un paso hacia delante, luego varios hacia atrás, de nuevo hacia delante, probando, tropezando, volviéndote a levantar. Lo que es seguro es que no vuelves a empezar y a cada paso recuperas tu capacidad para restaurar el equilibrio contigo y lxs demás.